Los diarios del Doctor Jinete...: febrero 2010

26 febrero, 2010

De una carrera divertida...


Y entonces me paré en la puerta de entrada... Mi destino yacía frente a mi...

Sigamos con la historia.

Al sábado siguiente desperté a eso de las 7:40, oyendo a mi hermana quejarse por que ya me había levantado tarde y ella tenía que bañarse para salir a tiempo...

No desperté del mejor humor, confieso, puesto que después de toda la semana me había cansado bastante... Tenía largo rato que mis días no estaban tan activos. Aunque claro, eso no estaba mal.

Así que hice mis cosas, un baño, ropa, dinero, la cartera, instrucciones, el iPod...

Jedi: ¡Mamá! Estoy listo...
Mi madre me dedicó una de esas miradas en las cuales puedes ver orgullo por lo que observan, en mi caso, estaba vestido ya con una filipina y me sentía bastante bien, su mirada me dejó ver que me veía bien, y que estaba orgullosa... Una mirada que no había visto en ella desde hace mucho tiempo...

En el camino al paradero del Metro Bus, mi madre me dijo esas cosas que dicen las madres cuando sus hijos comienzan una nueva etapa:
Madre: Haz lo mejor que puedas, pon atención... Recuerda que esta oportunidad es única y no debes desaprovecharla, ¿De acuerdo?
Jedi: Si, mamá... 

A pesar de que a mi madre le conteste algo cortante, apreciaba el discurso, me hizo sentir un poco más seguro de lo que estaba a punto de comenzar, y los nervios se hicieron un poco más chicos...

Ya en el Metro Bus, mi mente comenzó a causarme severos ataques de ansiedad y dudas existenciales a las cuales intenté hacer caso omiso... No sabía como había llegado hasta ese momento, así de rápido... Pero creía que detenerme de pronto por unas cuantas dudas no iba a ser correcto.

Llegué a mi destino antes de lo planeado. Media hora antes.

Me paré frente a la puerta de entrada a la cocina, detrás del restaurante... Vi un hombre ahí, que me observó con curiosidad... Sentí nervios. Muchos nervios. Saque el celular y envié un mensaje:
Jedi: Bueno, ya llegué... Ahora no se que hacer. O por quien preguntar...
Espere a la respuesta, que me sorprendió.
Madre y prima filosófica: Pregunta por el Chef Naro, o el Chef Miguel, o por tu prima Diana... Suerte, y que la Fuerza te acompañe. Jijijiji.
Me quede parado leyendo el mensaje unos dos minutos hasta que deje de reír.
Jedi: Muy graciosas, las dos... Jaja...

Esas pequeñas palabras, ese "Que la Fuerza te acompañe", me dieron el final boost para decidirme a entrar.
Con paso algo inseguro, entre, y le pregunte al hombre que me había observado previamente si sabía donde estaba el Chef Naro, algo me decía que el Chef Miguel o mi prima Diana no estaban ahí.
Hombre: Si, está en la zona de carnes.
Jedi: De acuerdo, gracias.

Por mi mente di un repaso rápido por el tour express que el Chef Miguel y mi prima Diana me dieron el día que estuve ahí por primera vez... Me encontré al Chef Naro haciendo bromas con sus compañeros de trabajo.
Jedi: Uhm... Hola. Este... Soy el chico que vendrá los sábados a hacer "prácticas"...
Chef Naro: Oh, si, recuerdo ya... Ve a dejar tus cosas en el locker, pero no dejes el dinero... Parece ser que las cosas aquí cambian de dueño.
Acto seguido, el y sus compañeros volvieron a reír. Yo reí nerviosamente y asentí.

Camine de regreso a donde estaba el hombre que me observó, y le pregunte por los lockers... Me señalo una dirección, parecía ocupado...
Seguí la dirección señalada. Oh error de ubicación. Había entrado a los lockers de mujeres.
Chica: Uhm... Es el locker de mujeres... Ja.
Jedi: Este... Oh, lo siento...
Apenado, salí y seguí hacía la otra puerta. El extraño aroma me hacía notar que había llegado al lugar correcto. Juro que vi al hombre que me observó reír.
Por mi mente pasó un "SO MUCH FAIL FOR JUST A MOMENT! N00B!"

Volví a donde el Chef Naro, que seguía bromeando aquí y allá.
Chef Naro: De acuerdo... Ven conmigo, ayudarás a Ramón.
Jedi: Bien...
Caminamos a donde el hombre que me había observado. El estaba sacando unos mariscos de la congeladora.
Chef Naro: Ramón, el es Miguel. Estará aquí, aprendiendo... Te ayudará.
Ramón: Oh, bien. Un gusto conocerte, Miguel.
Yo sonreí en silencio, seguía nervioso.

Mi primer tarea con Ramón, consistió en limpiar lo congelado de un congelador. Tarea fácil.
Debo confesar que no hice mucho, Ramón tomó el control de la situación después de que una fuga de agua nos causara la pérdida de equilibrio al andar por ese pasillo. Increíblemente, me las ingeniaba para patinar pero no caer. Y fue en este rato en el que fui conociendo a los demás que trabajaban ahí y el ambiente, lleno de desmadre y buen rollo.

Eventualmente, nos tocó cortar la carne para el pozole que comeríamos esa tarde.
Fue ahi cuando cometí mi segundo error de N00B. Me caí al piso, y quedé abrumadoramente manchado de la filipina, mojado, y con dolor en mi brazo izquierdo. EPIC LOL para los que estaban ahí, estoy seguro... Pero meh, yo también me reí.

Mi tercer error de N00B fue al ayudar a Ramón a limpiar un cordero, quitando la grasa excesiva usando un cuchillo filetero... Me corté. Y lejos de sacarme de onda, me dió una estúpida alegría.
Jedi: Mi primer herida de Guerra!
Prima Diana: Ponte un curita! Jaja.

Euforia inexplicable, queridos lectores viajeros.

Acabé mi día volviéndome a caer, y aprendiendo a hacer rabioles...

Cuando entré ahí, tenía miedo de lo que pudiera pasar, o lo que sucediera... Estaba asustado de echarlo a perder de una manera u otra...
... Al salir, me sentí como no me había sentido en años: Orgulloso de mí.

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... Al salir, y ver hacía el camino que había decidido tomar, toda duda se disipó:
"Si, esto es lo que quiero hacer. Ahora estoy seguro."

...

23 febrero, 2010

De un futuro brillante...

... Y entonces me detuve a pensar; ¿Era esto lo que realmente quería?

Continuaré contando los hechos recientes.

La mañana de mi primer día de clases, curiosamente, me desperté con "toda la actitud".
Era como si supiera que la Fuerza seguía guiándome, y yo sólo siguiera el camino que me marcaba...

Bien pues, entre a dicha escuela sintiéndome un N00B de primera.
¿Por que?
Bueno, no conocía a nadie, y todos los que pasaban alrededor de mi se saludaban como los grandes amigos.
Era uno de esos momentos de película en los que, realmente, me sentía el chico nuevo.

Me tomo unas cuantas preguntas el llegar a mi salón, afuera del cual me quedé parado unos minutos que me parecieron una eternidad, hasta el siguiente intercambio:
Dude 1: Oye, ¿Eres nuevo?
Jedi: Si...
Dude 2: ¿Y por que no entras al salón?
Jedi: ¿Les soy sincero?
Dude 1 y 2: Vas.
Jedi: Estoy nervioso. No conozco a nadie y cuando llegue al salón les vi echando desmadre y como que me saqué de onda de momento.
Dude 1: Correcto. ¡Metete!
Dude 2: Sep, ¡Entra!

Así fue como entre al salón por primera vez... Me senté en un lugar, y al momento siguiente de sentarme me llovieron preguntas... "Quien eres?" ... "¿De donde vienes?" ... "¿Cuántos años tienes?" ....
Algún chistosillo me aplicó un "¿Tienes hermana?" pero se resistió a decir nada más.

Y así, comencé de nuevo, lo que llamé "Mi última oportunidad".

Como ya dije, fue una semana extraña... Me dedique a observar a mis compañeros a la distancia, sin decir nada, en silencio... Hablaba más con los prefectos y maestras que con ellos...

Pero, lo más extraño, comenzó el jueves de dicha semana:
Mi prima me comentó sobre la posibilidad de hablar con otra prima que trabaja en un restaurante; ya saben, quiero volverme un chef...
Le dije que sería genial, que lo agradecería...
Me dijo que nos veríamos el jueves con ella para hablar y resolver dudas, y cosas así...

Pues bien, el jueves llegó. Nervios. No tenía idea de que habría de decir o preguntar. Absolutamente nada.

Después de un agradable rato en la tienda de mi madre, mi hermana, prima y yo partimos en la quest fastidiosa de viajar casi media ciudad.
En realidad, no fue fastidiosa, mi prima y mi hermana son chicas de esas que te dan lulz infinitos y buenos ratos cuando te acompañan.

Llegamos al destino: Reforma 222... A donde tuvimos que perder el tiempo mientras la prima de mi prima [Quién en realidad, también es mi prima...] regresaba de, lo que pensamos, era su hora de comer.

Y así, el tiempo pasó...
Un café, un paraguas caído, una zona de comida, MacBooks, y muchos recuerdos pasándome por la mente... Hacía casi un año que no iba a Reforma 222, y la vez que había ido, me mandaba mensajes con una chica que hoy en día sigue siendo muy importante para mi... Aunque las circunstancias hayan cambiado...

En fin...

Total que la prima llamó, ya había regresado, tocaba ir al restaurante: Le Cordon Bleu: La casa de Francia ubicado en la calle de Havre, detrás de Reforma 222.

Entramos por la puerta de atrás, como si nada... Yo me sentía todavía más nervioso... Estaba tan cerca de mi destino que comenzaba a darme pánico...
Y entonces, encontramos a la prima, quién nos saludo y nos presento al Chef Miguel, el Maxi-Bombad General del restaurante.
"Más señales de la Fuerza..." pensé, mientras le tendía la mano de forma nerviosa.

En realidad, yo no dije mucho; los nervios se habían llevado mi lengua cual ratón juguetón.
Mi prima habló con el Chef sobre mi intención de aprender y un día ser un Chef también, y durante unos segundos, mientras hablaban sobre el semestre en el cual tendría que hacer prácticas en un restaurante, le vi mirarme con interés, antes de que dijera su veredicto:
Maxi-Bombad Chef: Deberías venir los sabados, ¿Sabes?... Te serviría para aprender.
Prima Chef: Esa es una buena idea, así, cuando de toquen tus prácticas ya tendrás bastantes conocimientos, aparte, ¡Las podrás realizar aqui!
Prima filosofa: Y... ¿Cuándo empezaría o como?
Maxi-Bombad Chef: Este sábado.
Jedi: *Silencio, asiente*
Hermana de Jedi: Bueno, entonces ya está. Vendrá.

Y de pronto, todo se quedó en silencio, mientras me daba cuenta de las palabras que acababan de intercambiar las demás personas a mi alrededor.

Las dudas me vinieron encima, e igual no pude decir nada... Todo comenzaba a pasar tan rápido...

... Y mañana les acabaré de contar. Ja.
Cuidense, lectores viajeros.

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Ese jueves, era 18... Y por mi mente pasaba constantemente el recuerdo de una fecha especial...

... 

21 febrero, 2010

De una vida responsable...

De pronto me dí cuenta de que mi niñez había quedado atrás, que mi adolescencia se iba como agua entre mis manos y estaba próximo a volverme un adulto...

... Y fue entonces cuando me dije "Basta de perder el tiempo."

La verdad es que llevaba 3 años de mi vida perdiendo el tiempo de manera estúpida y sin sentido... Sin alguna buena razón ni justificación.
Es decir,  si ni siquiera tengo vicios... ¡Ninguno!
No tomo, no me drogo, no fumo... ¡Nada!

Perdí mi tiempo en el más tonto de los modos: El desmadre.
Y aunque nada me va a quitar jamás los buenos momentos vividos con los amigos y amigas con quienes estuve, debo reconocer que pude haber sido un mejor estudiante... Uno de aquellos raros especímenes que están en el desmadre pero que también tienen responsabilidad.

En fin...

El tiempo ha pasado... Y si notan que me he desaparecido de la faz de la blogosfera, queridos lectores viajeros, es por que mi vida ha tomado un curso diferente que me ha llevado a ver mi futuro tan brillante como jamás lo había visto.

Aquí la historia:
Hace no mucho tiempo, la solución apareció de manera casi celestial...
Una escuela en la que cursaría la preparatoria y una carrera técnica, de la cual saldría siendo un Técnico en Gastronomía.
[A quien no sepa, creo que nade... Jaja... Mi meta es volverme un Chef...]
Así que me quedaba de perlas...

Pero había un pequeño inconveniente: Mi edad.
Ya antes nos habían puesto como traba el hecho de que cumplía 18 años en unos cuantos meses, y la verdad, tenía miedo de que en esta opción celestial me dieran baje con lo mismo...

Pero por alguna razón, la Fuerza parecía estar de mi lado, y me lo demostraba con pequeñas señales:
La escuela esta ubicada en una calle llamada como su servidor: Miguel Angel.

Sorprendido por ello, me dispuse a investigar más en conjunto con mi tía, quien ocupa el lugar de "Segunda madre" en mi vida... Llamamos, y preguntamos... Todo iba perfecto, todo sonaba maravilloso, y entonces, el momento de la verdad llegó:
Mi tía: "Oiga, y... Bueno, mi sobrino, que es quien entrará tentativamente a su escuela... Tiene casi 18 años... ¿No es problema?"
Operadora: "No, para nada... Está en el límite."
Jedi: "Oh, la Fuerza es mi aliada... -Sigh -"

Después de eso, procedimos a investigar a fondo... Había dos opciones... Una de ellas me llevaría hasta más allá de Satélite, en el Estado de México... Y la otra, ubicada en Miguel Angel, sólo me tomaría algunas estaciones del metro...
La Fuerza volvía a estar de mi lado: Mientras que en la de Satélite nos aseguraban que en plantel ubicado en la calle de Miguel Angel no tenían la prepa, al llamar a dicho plantel, nos dijeron que si lo tenían y mejor aún, los gastos eran MUCHO más bajos.

Y entonces, me encaminé a mostrarle los resultados de mi investigación a mi madre, quien me dijo en tono serio y profundo: "Quiero que tomes en cuenta el esfuerzo que estamos haciendo todos para que salgas adelante, por favor, haz las cosas bien... ¿De acuerdo?"
Asentí. En silencio. Mirándole a los ojos. Diciéndome a mi mismo "Ya basta de popearla. Es hora de hacer las cosas realmente bien."

Al otro día salimos a inscribirme a dicha escuela...

Tan solo en mi primer semana, esta que acaba de pasar, ya me han pasado tantas cosas:
Ya me aplicaron el "¡Hola amigo! ¿Cómo te llamas?" en tono curiosillo.
Ya casi no tengo tiempo de ocio, entre tareas y cosas de ese tipo.
Y di los primeros grandes pasos en este camino que he decidido tomar.

Pero de eso, les contaré mañana...

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Y poco a poco, comienzo a ver a través de la bruma el camino que he de recorrer...

... 

14 febrero, 2010

De amor y amistad... Más amistad que nada.

Considero, como muchos, que sentimientos como el amor y amistad deberían demostrarse siempre... No sólo en un día como hoy.

En lo personal, nunca me ha gustado este día. Lo veo como otro pretexto más para gastar dinero a lo bestia. Ja.

Pero dejandonos a un lado de cosas personales, enfoquemonos más a aquellos sentimientos que el día de hoy son lo más...
... No, no voy a hablar de amor. Aún no.

Amistades.
Ah, si, esas amistades que tiene uno... Amistades de esas con las que te vas a echar desmadre en cualquier lugar...

Tengo un par de amigos a los cuales no veía hace mucho tiempo, y de un tiempo para acá retomamos comunicación... Fue curioso como volvimos a hablarnos y de cuando en cuando los recuerdos venían a nuestras mentes... Algunos recuerdos no tan buenos, pero meh, recuerdos al final...

Con ellos dos aprendí algunas cosas...
Como por ejemplo, que los pulques son probablemente una bebida exótica.
Y que no hay mejor lugar para llevar a tu novia, que una pulquería.
Ja.

No, fuera de coto, volver a hablar con ellos dos fue chido por que pues, para mi, fue como retomar una amistad larga y perdida... Ja.

Es chido desvelarme hablando con esos dos por Mazinger.

En fin...

El día de hoy, no es sólo de amor... También es de amistad.
Pero, por encima de eso, considero yo, que es algo que deberíamos celebrar todos los días...
Después de todo, los verdaderos amigos no crecen en árboles y son eternos... No sólo para un día.

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¡Feliz día de la compra y uso excesivo de condones!
- Que, ¿tienes mucho sexo?
No, bueno fuera.
- LOLOLOLOLOL.

...